"Me han dado una P*** mierda de BlackBerry"

Esta frase, escuchada hace nada mientras iba en autobús, pone de manifiesto 2 grandes verdades objetivas:

1 – Ya no valoramos ni los obsequios
2 – Blackberry pasa por horas muy bajas

La opinión concreta de esa lenguaraz persona la contaremos como verdad subjetiva o, al menos, es útil como punto de reflexión.

Y es que muchas marcas sufren el síndrome del futbolista pre-jubilado. Ese individuo cuya fama alcanzó cotas tan inimaginables como su cuenta bancaria, solo comparables con sus consiguientes batacazos fruto de desacertadas gestiones financieras.

Aún así, y pese a la comparativa, el caso de las empresas suele ser algo más complejo (si bien no saber reconducir el éxito podría seguir considerándose mala gestión financiera). Si nos quedamos en el sector de la telefonía, quizá el caso más claro y conocido es el de la finlandesa Nokia. Líder en los años 90, su mala adaptabilidad a los cambios del mercado así como su poca trabajada imagen de marca acabaron convirtiéndola en un fósil viviente, sólo recordada de vez en cuando con “memes” haciendo referencia a la dureza indiscutible de sus dispositivos.

¿Por qué Nokia no hizo nunca hincapié en este aspecto como valor como sí hicieron sus vecinos de Volvo con sus automóviles? Volvo ya no fabrica los tanques de antes, pero la percepción sigue ahí, y de forma positiva… Bueno, volvamos al tema.

Cuando los consumidores condenan a una marca, ya no hay (casi) vuelta atrás. En esos casos lo mejor es retirarse a tiempo sin hacer ruido y resurgir años más tarde de tus cenizas esperando tu momento de gloria (o moda pasajera). Aquí encontramos aves fénix como “Puma”, “Converse” o las zapatillas “Victoria”. Y encima en todos los casos volvieron a precios hinchadísimos y vendieron como churros! (sus responsables aún se estarán riendo).

El caso de Blackberry es bastante único. Esta es una percepción, a mi parecer, bastante generalizada:

Año 2000 – “¡Esto es la bomba! Teclado querty incorporado en un sistema portátil. Esto es de altos ejecutivos, jamás me lo podré permitir"

Año 2003 – “Ahora además con e-mail y más funcionalidades. Creo que el jefe de mi padre lo tiene”

Año 2005 – “El teléfono es muy caro, pero con una tarifa de 30€ lo tengo, bien!”

Año 2008 – “Pero… ¿qué hacen todas estas niñas chateando con blackberrys con carcasas rosas?, me da vergüenza tener una BlackBerry”

Año 2011 – “¿Dónde vas con esa blackbirria? Mi teléfono Android hace mucho más por mucho menos”

Año 2015 – “ah, ¿pero que aún fabrican esto?

Actualidad – “Toma, te regalo el teléfono que creías que jamás te podrías permitir” Y bueno, ya sabemos lo que respondió la persona del bus…


Ahora parémonos a pensar un momento… ¿no os recuerda a algo esta evolución? Empieza por i y termina por phone. ¿Se mantendrán siempre en lo alto o serán sus mismos fieles quienes la harán caer? Como mínimo sería gracioso oír a alguien decir "me han dado una p*** mierda de iphone", ¿no os parece?


Albert MX